sábado, 28 de febrero de 2009

hasta mañana



nos vemos en la plaza compañeros.

saludos.

jueves, 26 de febrero de 2009

al final llamo obama,pero hablo con duhalde, el domingo todos al congreso.



en el mismo día, en que obama le cae a Chávez con todo, y en otros paises de latinoamerica pasa esto , esto y en el nuestro esto
creer en la inocencia es de idiotas.
mañana construirán los diarios a sueldo,sus relatos oprobiosos......
como dijo Luis:" Duhalde se transformó en el jefe de toda esta operación política, económica y social, después de haber viajado en noviembre de 2007 a Colombia para pedirle ayuda y permiso al capataz de los amos, el presidente Uribe".
muy probablemente,mañana echen al embajador de ee uu.
no lo se....
vamos por la nueva ley de radiodifusión.
no jodamos entre nosotros.
el domingo todos a la mal llamada plaza de los dos congresos...
quien dijo esto:"a los kirchner solo le faltan las armas"?

patria o muerte venceremos.

saludos.

preparan escrache contra Cristina




resulta que la presidenta tiene previsto visitar hoy,a eso de las 19hs.la ciudad de tres arroyos,y según leo en varios lados, por ejemplo ACÁ,los agrogarcas le estan preparando un escrache.
espero que los compañeros de tres arroyos estén anoticiados.


encima me entero que el sorete de iglesias(diganme si no es el apellido perfecto para ser un pichón de carrio)el mismo que escribió "kirchner & yo",libro al que los críticos trataron así,anduvo haciendo payasadas por tribunales,y eso no es todo, tras carton tiene blog,esto si que es mucho...
pero bue..no dejen de darse una vuelta para saludarlo.

para que mierda! me quede en casa hoy.....

no se.

saludos.

martes, 24 de febrero de 2009

Orlando Barone: “Nunca vi una oposición mediática tan grande contra un Gobierno”

me llega por mail este reportaje a orlando barone publicado por puntal
a continuación pego una parte.

-¿Se de­fi­ne co­mo es­cri­tor, pe­rio­dis­ta o am­bas co­sas?
-Soy ex es­cri­tor, ex pe­rio­dis­ta, ca­da vez me sien­to más ex (bro­mea). Aho­ra, ha­blan­do en se­rio, en el fon­do sien­to que trai­cio­né un po­co a la li­te­ra­tu­ra. El pe­rio­dis­mo me atra­jo, fue una par­te de mi vi­da muy im­por­tan­te (y di­go fue por­que aho­ra, con la ma­du­rez, tie­ne in­ters­ti­cios en don­de se cue­lan otras co­sas y ya no es­tá pri­me­ro el pe­rio­dis­mo y des­pués la fa­mi­lia, si­no al re­vés).

-Aho­ra es­tá vol­vien­do a es­cri­bir fic­ción: ¿Se sien­te más li­bre pa­ra ha­blar des­de la li­te­ra­tu­ra?
-Son dos de­sa­fíos dis­tin­tos. Pri­me­ro, por­que des­de la li­te­ra­tu­ra es­cri­bís so­bre los te­mas que te ata­ñen es­pi­ri­tual­men­te, car­nal­men­te; no es­cri­bís so­bre lo que la agen­da te mar­ca.

El pe­rio­dis­ta es­cri­be so­bre lo que la agen­da le man­da, arrien­da su in­te­li­gen­cia y cul­tu­ra en fa­vor de la agen­da, nos al­qui­la la his­to­ria in­me­dia­ta pa­ra que no­so­tros la con­te­mos.

Pa­ra un es­cri­tor, el pe­rio­dis­mo es trai­cio­nar el pen­sa­mien­to re­fle­xi­vo. Pe­ro a la vez a mí me re­sul­tó apa­sio­nan­te, por­que te en­tre­nás a ser lle­va­do por la co­rrien­te, con la ma­na­da, con una obe­dien­cia, con una su­mi­sión a tu pro­fe­sión de una ma­ne­ra ex­tre­ma.

-¿Hay li­ber­tad de pren­sa en la Ar­gen­ti­na?, lo con­sul­to por­que se acu­sa a es­te Go­bier­no de coar­tar la li­ber­tad de ex­pre­sión...
-(Re­fle­xio­na unos se­gun­dos) Yo nun­ca asis­tí a una opo­si­ción me­diá­ti­ca tan gran­de con­tra un Go­bier­no co­mo con­tra és­te; nun­ca asis­tí a una an­da­na­da opo­si­to­ra tan fue­rte. La Na­ción, Cla­rín, Crí­ti­ca, Per­fil, Re­vis­ta No­ti­cias, to­dos los gran­des con­duc­to­res de TV y ra­dio.

En­ton­ces, si el Go­bier­no es he­ge­mó­ni­co y dic­ta­dor y le pa­sa es­to: ¿qué pa­sa­ría si no lo fue­ra? Cual­quie­ra de los gran­des con­duc­to­res di­ce que no hay li­ber­tad de pren­sa y en el mis­mo ac­to se es­tán con­tra­di­cien­do.

-¿Cree que es­ta opo­si­ción tan fuer­te que se ha­ce des­de los me­dios con­tri­bu­ye a es­te des­cré­di­to ge­ne­ra­li­za­do que tie­ne hoy el Go­bier­no?
-Has­ta aho­ra de­cían que nun­ca los me­dios le ha­bían po­di­do ga­nar a la opi­nión pú­bli­ca.
Yo me ha­go una pre­gun­ta: ¿Exis­te otra opi­nión pú­bli­ca que no sea ex­pre­sa­da a tra­vés de es­tos me­dios opo­si­to­res?, ¿exis­te otra opi­nión pú­bli­ca, de es­tra­tos so­cia­les a los que vos ni yo per­te­ne­ce­mos, que a la ho­ra de vo­tar pue­den dar­nos una sor­pre­sa? Res­pues­ta: no lo sé. Da­ría la im­pre­sión de que no. Una se­gun­da co­sa que di­ría es que tie­ne in­fluen­cia la pre­sión in­for­ma­ti­va in­ten­cio­na­da cuan­do el seg­men­to so­bre el que se im­po­ne esa pre­sión es per­mea­ble; es de­cir, si hay una so­cie­dad que em­pie­za a des­creer de un go­bier­no y re­ci­be per­ma­nen­te­men­te es­tí­mu­los pa­ra ese des­crei­mien­to, se jun­ta la per­mea­bi­li­dad de la so­cie­dad fren­te a la in­for­ma­ción.

-¿Cree que la so­cie­dad ar­gen­ti­na es po­co crí­ti­ca?
-Los me­dios tie­nen una par­te de­ma­gó­gi­ca que es ne­ce­sa­ria: ha­cen ne­go­cios, tra­ba­jan pa­ra un clien­te y lo que quie­re el clien­te le doy. Ahí pier­de el pe­rio­dis­ta y el me­jor em­plea­do del mes es el más al­ca­hue­te. Ade­más lo­gra­ron, con la pa­la­bra cam­po, una cons­truc­ción lin­güís­ti­ca im­ba­ti­ble: la equi­pa­ra­ron a Pa­tria y a him­no y has­ta tu­vie­ron la osa­día in­te­lec­tual (no sé si pen­sa­da, pe­ro sa­lió per­fec­ta): lo de pe­que­ño pro­duc­tor. La pa­la­bra pe­que­ño im­pli­ca ni­ño, ino­cen­te, in­sig­ni­fi­can­te, pa­ra te­ner­le pa­ter­na­lis­mo, pie­dad, com­pa­sión, com­pren­sión. Pe­que­ño. Si un pro­duc­tor que tie­ne 500 o 300 hec­tá­reas que va­len 5 mil dó­la­res ca­da una es pe­que­ño, ¿qué es el peón go­lon­dri­na?, ¿y qué es el hi­jo del peón go­lon­dri­na?, ¿y qué es el del co­nur­ba­no que no tie­ne ni un lo­te don­de po­ner una ca­si­lla de ba­rro? Esa cons­truc­ción de pe­que­ño fue un ha­llaz­go idio­má­ti­co que me­re­ce un es­tu­dio de ex­per­tos.

-¿La pa­sa mal ex­pre­san­do sus ideas en la ra­dio?
-Ten­go a mi fa­vor que soy sim­pá­ti­co (se ríe). En rea­li­dad, lo que me preo­cu­pa cuan­do es­toy ro­dea­do de una ma­sa uni­for­me es que em­pie­zo a des­con­fiar. Di­go: ‘No pue­de ser que to­dos los pe­rio­dis­tas pien­sen igual, que no ha­ya otro Ba­ro­ne cer­ca’. Me pre­gun­to si to­dos los em­plea­dos de los me­dios pien­san igual que los me­dios en don­de tra­ba­jan. Lo más tris­te es pen­sar que la so­bre­vi­ven­cia y el em­pleo li­man la re­sis­ten­cia.

-¿Qué res­ca­ta de es­te Go­bier­no?
-Quie­ro que ter­mi­ne los cua­tro años de man­da­to, que lo de­jen go­ber­nar.

-Pe­ro, ade­más, us­ted co­mul­ga con al­gu­nas ideas, ¿con cuá­les?
-Co­mul­go con el te­ma de los de­re­chos hu­ma­nos; con la re­dis­tri­bu­ción de la ri­que­za; me gus­ta que ha­ya pues­to la po­lí­ti­ca de nue­vo en es­ce­na; que ha­ya tra­ta­do de li­mi­tar el po­der de los eco­no­mis­tas; me gus­ta que el rie­go país, que era 7.000 des­cen­die­ra a 200 o 300 pun­tos; me gus­ta que no ha­ya re­pri­mi­do a na­die, que a pe­sar de que yo su­fro el de­sor­den ese de­sor­den im­pli­ca que pue­do com­pren­der la al­te­ri­dad; me gus­ta que nun­ca en sus dis­cur­sos o sus ges­tos se me­ten con los más dé­bi­les, que siem­pre es­tén con­tra los más fuer­tes y por eso pa­gan los pre­cios. Un pá­rra­fo apar­te: to­dos los go­bier­nos tie­nen fo­cos de co­rrup­ción (ni­chos o con­tai­ners, no lo sé, pa­ra eso es­tá el pe­rio­dis­mo con su mi­ra­da crí­ti­ca). Lo que no me gus­ta es la ge­ne­ra­li­za­ción de nom­bres du­ran­te años sin apor­tar prue­bas. Me pre­gun­to: si un país tie­ne su­pe­rá­vit fis­cal (te so­bre pla­ta); tie­ne una ca­ja su­pe­rior a la que tu­vo nun­ca (50.000 mi­llo­nes de dó­la­res); en­ton­ces, si es co­rrup­to, es un ma­go por­que sa­ca pla­ta de un lu­gar que no sa­be­mos.

-Con el te­ma de la dis­tri­bu­ción: ¿no le pa­re­ce que hay un dis­cur­so que no se con­di­ce en la prác­ti­ca?
-Di­ría que hay una de­si­lu­sión en­tre el dis­cur­so y la de­mos­tra­ción; de to­dos mo­dos, creo que lo que se hi­zo los pri­me­ros cua­tro años fue la in­te­gra­ción de gru­pos que no es­ta­ban in­clui­dos. Se in­cor­po­ra­ron un mi­llón y me­dio de ju­bi­la­cio­nes: se pue­de de­cir que es pro­ba­ble que ha­yan ju­bi­la­do gen­te que no lo ne­ce­si­ta, pe­ro un Go­bier­no que sa­le al res­ca­te con 650 pe­sos es por­que tie­ne es­te cri­te­rio de in­clu­sión.

-En es­te sen­ti­do, ¿crees que los Kirch­ner es­tán cer­ca del pe­ro­nis­mo tra­di­cio­nal?
-El pe­ro­nis­mo es un mis­te­rio ar­gen­ti­no. Me da la im­pre­sión de que el pe­ro­nis­mo ge­ne­ra­ba, en las épo­cas an­te­rio­res, una vi­va­ci­dad po­pu­lar de ges­ta épi­ca de los su­mer­gi­dos, de los apar­ta­dos que ve­nían a ser in­clui­dos a par­tir de la po­lí­ti­ca de dis­tri­bu­ción del in­gre­so pro­ba­da en la rea­li­dad. Pe­ro jun­to con eso de­jó se­cue­las de odio, de ren­cor, de re­cha­zo ge­ne­ral que en aquel mo­men­to, co­mo los vi­vas eran tan gran­des, ese re­cha­zo to­pa­ba con una pa­red de pa­sio­nes; aho­ra, el pe­ro­nis­mo no ge­ne­ra esa vi­va­ci­dad po­pu­lar de en­ton­ces, pe­ro sí el mis­mo re­cha­zo y ren­cor de an­tes.

-¿Qué rol jue­ga la opo­si­ción en es­te es­que­ma?
-Creo que la opo­si­ción ha ins­ta­la­do so­bre el país una mi­ra­da pe­si­mis­ta y el Go­bier­no no lo­gra si­quie­ra re­du­cir el im­pac­to con una sen­sa­ción op­ti­mis­ta. To­do cuan­to ha­ga el Go­bier­no es­tá car­ga­do de es­cep­ti­cis­mo.

De negros y mulatos

-¿Có­mo vi­vió las elec­cio­nes de EE.UU.?, ¿qué lec­tu­ra me­diá­ti­ca ha­ce so­bre el te­ma?
-Es un fe­nó­me­no que con­vier­te al mun­do en una al­dea glo­bal. Los pen­sa­do­res de la úl­ti­ma par­te del si­glo pa­sa­do anun­cia­ron que se ins­ta­la­ba es­ta al­dea glo­bal y es­tá: se ve en el cam­peo­na­to mun­dial, en el fu­ne­ral del Pa­pa, en el acon­te­ci­mien­to de las To­rres Ge­me­las, pe­ro creo que lo de las elec­cio­nes ad­qui­rió un ca­rác­ter inu­sual pa­ra una elec­ción en EEUU. Te­nía un in­gre­dien­te: el fac­tor ne­gro.

-¿Va a cam­biar al­go pa­ra la Ar­gen­ti­na?
- Hay un can­dor pro­vin­cia­no en­tre quie­nes no vi­ven en Nue­va York, Man­ha­tan o Chi­ca­go en creer que van a re­ci­bir al­gu­na co­sa nue­va. Pri­me­ro, es­pe­re­mos que lo re­ci­ban los EE.UU, que no que­den de­frau­da­dos an­te tan­ta ex­pec­ta­ti­va; se­gun­do, uno pue­de pre­gun­tar­se si un pre­si­den­te que le ha­ce mu­cho bien a su país no le ha­rá mal al mun­do; ade­más, no creo en la ge­ne­ro­si­dad de los vo­tan­tes nor­tea­me­ri­ca­nos: creo que los que vo­ta­ron a Oba­ma no pen­sa­ron en los que vi­vi­mos en es­te mo­des­to país, con gran­des pro­ble­mas. ¡Na­da! Ese pen­sa­mien­to no co­rrió y di­ría que no co­rrió ni en el mis­mo EE.UU. pa­ra con los de otro Es­ta­do. Pe­ro es cier­to que es una elec­ción que con­vo­ca mu­cha ex­pec­ta­ti­va, es una elec­ción es­par­ci­da a los cua­tro vien­tos, es co­mo si en la An­ti­gua Ro­ma se eli­gie­ra al Cé­sar: en las Ga­lias, en Per­sia, en los lu­ga­res en don­de ha­bía do­mi­nios ro­ma­nos tam­bién se ce­le­bra­ba la elec­ción del Cé­sar (o se abo­mi­na­da, no im­por­ta). Es una rea­li­dad in­ne­ga­ble: es­ta­mos atra­ve­sa­dos por el im­pe­rio. La pre­gun­ta que yo me ha­ría fren­te a es­ta elec­ción es por qué Oba­ma, que es mu­la­to, en es­ta elec­ción triun­fa co­mo ne­gro. Me pre­gun­to si asu­mir que ser mu­la­to es ser me­nos que ne­gro. Sin mo­ra­le­ja.

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otro tema:

La señora Rosa María Mercedes de Bary Pereda de Ruiz Guiñazú, titular de 1.450 hectáreas en la Estación Chancay, partido de General Viamonte, ¿qué parentesco tiene con la Sra. Ruiz Guiñazú?

La señora María Isabel de Bary de Racedo, dueña de 1.155 hectáreas en el mismo distrito, ¿qué parentesco tiene con la periodista de marras, furiosa defensora del 'campo' y autoproclamada 'independiente'?

La señora Isabel Pereda Benedit, propietaria de 1.225 hectáreas, linderas con el campo de los Ruiz Guiñazú, ¿qué relación tiene con la agitadora profesional de los intereses de la oligarquía?

La señora María Teresa Pereda B. de Barry Tornquist, propietaria de 1.389 hectáreas, ¿qué lazos de consanguinidad la unen a Magdalena, a quien mi tía Catalina admira fervorosamente desde su ingenuidad por su 'autonomía' a la hora de emitir opiniones y brindar información?

Magdalena: lo único que Ud. hace detrás del micrófono de Radio Continental es defender los intereses hegemónicos de las clases dominantes. Está claro que lo suyo es pura basura oligárquica.

Luis D'Elía.

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por ultimo:monner sans presidente del jurado de bailando por un sueño?

saludos.
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